Lola Nieto: “Formula to Travel to the Voice-Remoteness”

 

Translated by Noèlia Díaz Vicedo and read by Suzanne Zammit

 

FORMULA TO TRAVEL TO THE VOICE-REMOTENESS

 

The world is coming to an end. Presence is the putrid staging of life. There is no noun of being. There is no noun of not being. The voice is never only one. Singularity follows excessively. The volcanic and miniature voice attends. The most miserable jewel is a shell that shapes the worlds with voices. The world is the most miserable jewel. What we need to do is to find ways of researching the voice at the heart of the archaic repulsion in order to draw a sound of dazzling and unlettered thought.  Lexis becomes a putrid staging of life. The beast-voice dismounts in layabout songs of sound. Voices created the fabric of life. Hold up the wild. At the cove of voice-heat, the pendulum-condition voice holds up a constant

Irrigation of algorithms and mutations of the beast-voice. Various collections of them distil the voice-remoteness in a purple acuteness of some elementary evidence. It is not appropriate. At the dense jungle is difficult to foresee anything. The voice is cartography at the cove of our time. Voices are diminished, they are on the other side. A traverse-voice becomes the strictest fury. This ambition shapes a branch of the irrational-openness Woods. Nothing prevails. A promoted faulty system. Inside the traverse-voice flutter around the toothless beast-voices on the verge of proceeding far away. The process of rhythm mirrors a fish and scales. Neither the voices can die nor live only to heal.

 

 

FÓRMULA PARA EL VIAJE A LA VOZ-LEJANÍA

 

El mundo se está acabando. La presencia es la putrefacta escenificación de la vida. No hay sustantivo de ser. No hay sustantivo de no ser. La voz nunca es una. La singularidad sucede excesiva. La voz acude volcánica y miniatura. La joya más mísera es una cáscara de maleabilización de los mundos a través de las voces. El mundo es la joya más mísera. Se trata de encontrar medios de investigación de la voz en el seno de las repulsiones arcaicas para trazar un pensamiento sonoro, fulgurante y ágrafo. La lexía es la putrefacta escenificación de la vida. La voz-bestia descabalga en cánticos de manta de sonoridad. Las voces crearon el tejido de la vida. Sostener lo salvaje. En la ensenada de la voz-calor, sostiene la voz péndulo-condición una irrigación

constante de algoritmos y mutaciones de las voces-bestia. Varias acumulaciones de ellas destilan la voz-lejanía en una purpuración de la agudescencia y la prueba de algo elemental. No procede. En la selva densa es difícil ver a lo lejos. La voz es la cartografía en la ensenada de nuestro tiempo. Las voces tienen un significado por debajo, en el otro lado. Una voz-atravesamiento constituye la furia más estricta. Esta ambición contornea una rama en la arborescencia de la abertura-irracional. Nada prevalece. Un sistema de fallo promovido. Dentro de la voz-atravesamiento revolotean desdentadas las voces-bestia a punto de proceder en lejanía. La ritmificación se parece a un pez y sus escamas. Las voces no pueden morir ni vivir para sólo sanar.

Recitado por la autora en un aeropuerto

Ben Clark: “When the Poem Arrives”

When the Poem Arrives

 

Translated and read by Mike Baynham (University of Leeds)

 

When the poem arrives, the one

I want to write you, just turns up

vibrant and young, first to the eyes 

and then after, to the hands, just like that,

claiming there was nothing easier

than to wait for it, in spite of 

having done so in a windowless room 

over many years, in fact forever.

When it arrives and I read you that poem,

and the poem grows old and dies alone

like an incorruptible saint and we

don’t know where it lives: whether

in me or in you, or if it just drifts

between the two of us like a promise

never to be fulfilled, when it

arrives and insists on being 

I don’t know if I will be ready for it.

Just thinking about it torments me

as much as fearing that it will not come 

at all or that it came already and 

I didn’t manage to welcome it;

now I will never be able to tell you

what the poem alone, that poem 

which could turn up just as you did,

all of a sudden, filling with words

the empty space, would manage

to tell you how I want to tell you

and I do tell you just like this, 

as I wait in that torpid urgency

with which all lovers write their poems.

 

La policía celeste, 2018

 

 

 

Cuando el llegue el poema

 

Cuando llegue el poema que te quiero

escribir, cuando acuda vivo y joven

a los ojos primero y a las manos

después, sencillamente,

predicando que nada hubo más fácil

que esperarlo, a pesar

de haberlo hecho en cuarto sin ventanas

durante muchos años, desde siempre.

Cuando llegue y te lea ese poema,

y el poema envejezca y muera solo

como un santo incorrupto y no sepamos

dónde habita: si en ti, si en mí, si vaga

entre los dos igual que una promesa

que no puede cumplirse, cuando llegue

y exija ser, no sé si voy a estar

preparado. Pensarlo me atormenta

tanto como temer que no vendrá,

o que ya vino y no logré acogerlo;

ahora no podré decirte nunca

lo que sólo el poema, aquel poema

que podría llegar como llegaste

tú, de pronto, llenando de palabras

el espacio vacío, lograría

decirte como quiero yo decirte

y que te digo así, mientras espero,

con la urgencia y torpeza con que escriben

todos sus versos los enamorados.

 

Leído por el autor

Foto de Laura Ferrer Aramabarri (Wikipedia) CC BY SA 4.0

 

Laura Pelegrina: “I Embrace You”

 

I Embrace You

 

Translated and read by Brogan Steers (University of Leeds)

 

To my grandfather

 

Weariness spills from your eyes,

from those that travelled the world from home.

Tell me, on looking back,

what do you see with your worn eyes?

does all that you grew from

the dry, inhuman land look tired?

Perhaps it all looks withered,

like olden tales?

 

Look at me carry your hand,

your big hand, weathered-beaten by time,

I step into your ageing eyes,

but still blue, still restless.

Look at me kiss your brow,

I want to peel your bark.

Look at me love you.

 

 

Te abrazo

 

A mi abuelo

 

El cansancio asoma a tus ojos,

a esos que recorrieron el mundo desde casa.

Dime, al mirar hacia atrás,

¿qué ves con tus ojos gastados?

¿con ellos ves antiguo todo cuanto labraste

en una tierra seca e inhumana?

¿acaso lo ves todo arrugado,

como viejas historias?

 

Mírame, yo sujeto tu mano grande,

tu mano curtida por el tiempo,

y me adentro en tus ojos de anciano,

pero aún azules, pero aún inquietos.

Mírame besarte en la frente,

quiero excavar tu corteza.

Mírame quererte.

 

Leído por la autora a la orilla del Mar Mediterráneo

José Iniesta: “Notes on Being”

NOTES ON BEING

 

Translated and read by Mike Baynham (University of Leeds)

 

To Francisco S. Cueco

 

There’s something in a house which goes beyond.

A life leans out its window, and it is dawn,

light spills over the world

like honey carefully poured

on that last slice buttered with bewilderment.

Look at the man

seated in an old chair,

the balcony is open to what was

for that is always the lost element in the breeze.

 

The birds know this and the clouds.

He has closed his eyes. For a long while now

he has closed his eyes

the better to hear within

the enormous silence of what is outside him.

 

The speechless enormity of having been.

 

 

Los apuntes del ser

 

A Francisco S. Cueco

Hay algo en una casa que transciende.

Una vida se asoma, y es el alba,

y la luz se derrama sobre el mundo

como la miel volcada con cuidado

sobre el último pan del desconcierto.

Mira al hombre sentado

en un sillón antiguo,

el balcón está abierto a lo que fue

porque siempre es del aire lo perdido.

 

Lo conocen las nubes y los pájaros.

Ha cerrado los ojos. Largamente

ha cerrado sus ojos

por escuchar más adentro

el enorme silencio de allá fuera,

 

la muda enormidad del haber sido.

 

Leído por el autor

Juan Frau García: “A un nome perdido no caminho”

 

A un nome perdido no caminho

 

Traduzido e lido por Georgia Turano Rodríguez (University of Leeds)

 

Já não tenho seu nome,

eu o perdi,

e agora

não sei mais como você se chama; procuro

pelos bolsos, no meu calendário,

no ar estagnado nas cortinas;

lembro-me de algumas letras, mas não sei em que ordem

devo juntá-las; continuo portanto,

procurando seu nome, e reviro

os móveis, a memória, os sapatos,

olho debaixo da cama, no espelho, no mundo

que envelhece pela janela.

Não consigo encontrá-lo.

 

Percebi esta manhã, folheando o álbum de fotos;

cada objeto tinha uma palavra:

árvore, torre, turista, nuvem, céu,

mas você era apenas um pronome,

era apenas ela:

blusa azul de alças, bolsa, óculos

de sol, sorriso, shorts…

e ela,

e você,

e como você se chamava,

e como eu a chamava em vão,

quando não respondia, quando estava longe

tanto quanto estão agora.

 

Não que eu queira lhe falar, sabemos bem

que não resta um minuto nos relógios

que rompemos, é apenas porque

gosto de saber onde ponho as coisas,

não vá ser que um dia dê de cara com seu nome

no momento menos indicado,

mas também porque noto um vazio escandaloso

na parte mais triste da língua:

onde antes ficava seu nome, agora há uma sombra

que dói quando muda o tempo,

que avisa quando vai chover

e garante uma noite interminável

de pupilas cravadas no escuro.

 

 

A un nombre extraviado en el camino

 

Ya no tengo tu nombre,

lo he perdido,

y ahora

no sé cómo te llamas; no lo encuentro

por los bolsillos, ni en mi calendario,

ni en el aire estancado en las cortinas;

recuerdo algunas letras, pero no sé en qué orden

debo juntarlas; sigo, por lo tanto,

buscándolo, y remuevo

los muebles, la memoria, los zapatos, me asomo

debajo de la cama, y al espejo, y al mundo

que envejece detrás de la ventana.

Tu nombre no aparece.

 

Lo noté esta mañana, viendo el álbum de fotos;

cada objeto tenía su palabra:

árbol, torre, turista, nube, cielo,

pero tú sólo eras un pronombre,

apenas eras ella:

blusa azul de tirantes, bolso, gafas

de sol, sonrisa, pantalones cortos…

y ella,

y tú,

y cómo te llamabas,

y cómo la llamaba cuando lo hacía en vano,

cuando no respondías, cuando estaba tan lejos

como ahora lo estáis.

No es que quiera llamarte, bien sabemos

que no queda un minuto en los relojes

que rompimos, es sólo

que me gusta saber dónde pongo las cosas,

que no me quiero dar contra tu nombre un día

en el momento menos indicado,

y que noto un vacío escandaloso

en la parte más triste de la lengua:

donde estaba tu nombre tengo un hueco sombrío

que duele cuando va a cambiar el tiempo,

que avisa cuando llega la estación de las lluvias

y asegura una noche interminable

de pupilas clavadas en lo oscuro.

Leído por el autor

Foto de @EDITORIALUS (Twitter)

Juan Frau García: “Corpo estranho”

 

Corpo Estranho

 

Traduzido e lido por Georgia Turano Rodríguez (University of Leeds)

 

Você aqui talvez seja acidente,

porque um dia andei com pés descalços,

porque então quis tocar forte o mundo

ali onde você estava

exatamente onde estava.

 

Talvez deva afastá-la do meu corpo,

tirá-la da minha pele com cuidado,

ou então permitir que o sangue brote,

o tanto que for necessário

o tanto que a chaga clame.

Você está aqui dentro,

é inegável

 

Minha farpa

 

Dentro de mim

habita um corpo estranho

que sempre doerá:

aqui dentro ou fora.

 

 

Cuerpo extraño

 

Tal vez estás aquí por accidente,

porque yo anduve un día con los pies descalzos,

porque quise tocar con fuerza el mundo

allí donde tú estabas,

en el lugar exacto en el que estabas.

 

Tal vez debo alejarte de mi piel,

retirarte de ella con cuidado

o dejando que brote la sangre cuanto quiera,

cuanto sea preciso,

cuanto la herida misma solicite.

 

Estás dentro de mí,

es innegable,

 

tú, mi astilla.

 

Estás dentro de mí,

un cuerpo extraño

que siempre va a doler:

adentro, afuera.

 

Foto de @EDITORIALUS (Twitter)

Pepa Torres

Pepa Torres
LA ARAÑA

 

 

En la puerta de su casa

muy temprano, esta mañana

ha colgado doña Araña

un grandísimo cartel:

 

Se corta, cose y apaña

Además……

te pongo el hilo.

 

Doña Araña, cazadora,

está muy trabajadora,

y como lo hace tan bien

ya tiene muchos encargos,

y se ha sentado a coser.

 

Para la pequeña Ardilla

una falda con puntillas.

Una capa con un lazo,

le pide el Escarabajo.

Don Zorro, tan presumido,

ha encargado un buen abrigo.

Y una caliente chaqueta

le ha pedido la Mofeta.

 

Pero lo más adecuado

que está haciendo doña Araña,

es un enorme pañuelo

que ha encargado el Elefante

porque está muy resfriado.

 

-¡Ay, cuánto trabajo hay,

no puedo ni descansar! .

-dice gimiendo la Araña

pegadita a su telar.

 

(Del inédito Animalísssimosss)

Marina Lomar

Marina Lomar
CIERRO LOS OJOS

 

 

Recuerdo

la voz grave del alba,

los paseos entre helechos

y, en sus dedos,

el aroma dorado de la luz.

 

Lo recuerdo todo,

incluso a mi madre,

 

cuando aún me quería.

Arrugado en el fondo del armario,

yace aquel vestido blanco,

y han caído las margaritas

de mis trenzas.

Todo se rinde al silencio.

 

Quiero doblegar la memoria,

desgarrar el collar gris de los días

 

y que me devuelva

un millar de amapolas.

María José Pastor

María José Pastor

 

A Julia Kristeva

 

 

1

 

Recorro ese trayecto hacia los verbos

que levitando en azar se engarzan y

en sus hilos mis alas catalizan

y enlazan la escritura.

 

Camino hacia el recinto en que hechos aire

desnacen de su esencia mientras yo

apenas soy presencia y desconozco

los signos convenidos.

 

Me deslizo a lo hondo buceando

en busca de la espuma el burbujeo

en busca del bullicio donde hierven.

 

Y observo con los párpados cerrados

cómo pulsan mis células de nieve

y cabalgan curiosas las palabras

a lomos de pegasos que se besan.

 

 

2

 

Me traslado sin brújula y a tientas

con los brazos tendidos como el ciego

que palpa hasta topar con lo seguro

y se mece y se cobija en la música

del esférico vientre de su madre.

 

 

3

 

Sargazos en el cuerpo

claustro materno sedas

lamidos sargazos de infancia limbo.

 

Ingravidez de luna

arteria umbilical

sin sed de soluciones

letargo de ignorancia.

 

 

4

 

Pulsión que nos persigue

rabiando hasta la muerte

que fuimos escindidos .

 

Y por eso tus brazos…

tus brazos los abrazos

las olas los sargazos

tu sexo donde apago mis vaivenes

donde por fin se esfuma mi conciencia.

 

Un ámbito de síntesis

espacio en que sacudo

mis membranas porosas y el perfume

de mis humores flota en lo sagrado

ancestro que se incrusta en nuestros átomos

aroma que en el aire es innombrable.

 

 

Juan Pablo Zapater

Juan Pablo Zapater
LA EXTRAVIADA

 

 

Tu voz me conmovió desde el principio,

cuando apenas tu idioma conocía

y llenabas con nuevos evangelios

la bóveda del alma.

 

Aquellos cantos mágicos tan tuyos

sonaban como música traída

de un reino prodigioso, como rezos

que buscaban un dios

escondido entre pétalos de rosa.

 

Juré tomar tus hábitos y anduve,

descalzo y penitente,

en mi humilde labor de escribanía.

Yo quería imitarte: por las noches

me sentaba a tu lado y de mi pecho

se escapaban también aves azules.

 

Eras tan especial, tan poderosa,

que pronto decidí afrontar contigo

los momentos de duda, los reveses

del amor y la vida, circundados

de encierro y soledad. Yo te llamaba

espadas como labios, la voz a ti debida,

canción desesperada y otros nombres

preciosos como esos.

 

Mas algo en mí cambió y en veinte años

dejé de convocarte y me entretuve

montando otros caballos de batalla.

Olvidé la ternura de tus brazos

y también su desnuda fortaleza.

 

¿Fui yo quien te perdí? Nadie te huye

si no le das la espalda, si no cesas

de decirle al oído esas verdades

que sólo tú conoces.

Qué larga fue la noche de tu ausencia,

qué enferma de silencio.

 

Hoy has vuelto, tan honda y luminosa

como yo te recuerdo, sin dejarme

ni entonar un reproche.

 

Y el verso que derramas en mi frente,

hecho de luz cantada y viento dulce,

renueva mi bautismo con su lluvia

de benditas palabras.

 

 

(Del libro La velocidad del sueño)