Pilar Verdú

Pilar Verdú
PÁJARO

 

 

Allí estaba, en la acera.

 

Una mujer,

con gesto delicado,

lo cogió en un pañuelo

y lo llevó al alcorque.

No podías creer que ya era tarde.

Que ni migas con leche ni médico ni nada

podrían devolverlo a las alturas.

Llorabas con la fuerza

de los descubrimientos decisivos.

Te sugerí que juntos deseáramos

buen regreso a la tierra

al que en los cielos tanto disfrutara.

Corteza, plumas, hojas

recubrieron su cuerpo

mientras iban llegando las hormigas.

 

(Del libro Reino de esponjas)